A Juan David lo conocí en Cali, en el 2013, cuando ambos hacíamos parte de un taller de escritura creativa liderado por Julio César Londoño. Ahí nos hicimos buenos amigos gracias a nuestro gusto por la literatura, el periodismo y la escritura.
A pesar de ser filósofo, Juan David ha tenido un amplio y destacado recorrido en el mundo del periodismo y la escritura. Desde hace 4 años es columnista de El Espectador, hace un año lanzó su primer libro ‘Polvo de Imperios’, ha obtenido importantes reconocimientos, gran parte de sus escritos han sido publicados en importantes revistas colombianas y además ha sido invitado a festivales internacionales realizados en Cali y Manizales.
Nació en Cali hace 29 años, es el mayor de dos hermanos y aunque sus padres tienen una trayectoria en campos muy distintos y nada relacionados a la filosofía y el periodismo, su familia paterna sí ha tenido una vinculación muy fuerte con la literatura.
«Han existido escritores y poetas. Mi abuelo y mi papá, en sus tiempos privados, lo han ejercido. Y heredé de ellos una buena biblioteca a la que le debo mucho».
Sin más preámbulos, que mejor que sea él quien nos cuente sobre su vida y trabajo. Aquí les dejo la entrevista:
¿Por qué un filósofo en el periodismo? ¿Cómo ocurrió esto?
(Juan D.) La filosofía siempre ha sido una base fundamental en mi actividad literaria y periodística. Desde principios de la carrera colaboré para varios medios locales en temas políticos, un campo totalmente ligado a lo filosófico si entendemos el ser humano como un sujeto político por antonomasia, al tener que decidir siempre democráticamente y comportarse como un ciudadano que acepta y asimila al Estado como la estructura fundamental de su entorno. Esas participaciones me llevaron a medios más influyentes, hasta obtener una columna en el diario que más apertura le da al periodismo de opinión: El Espectador.
¿De dónde nació tu gusto por escribir?
La inclinación por la escritura estuvo desde mi adolescencia, al acercarme a autores totalmente pictóricos en su narrativa como Daniel Defoe y Withman, a partir de esos autores se forjó lentamente una disciplina literaria en la lectura que influyó en la decisión de tener algo que escribir entre la apertura mental y la autonomía intelectual que entrega una lectura constante.
Cuéntame sobre tu experiencia como columnista de El Espectador
La experiencia en El Espectador ha sido intensa y gratificante teniendo en cuenta la coyuntura política del país, fundamental en el ejercicio constante de la opinión y el criterio. La presión que existe alrededor de la polarización es evidente, y es una de las tantas naturalezas de la confrontación ideológica tan natural cuando existe un panorama político tan activo y trascendental. El ejercicio continuo de la escritura ha sido importante también para forjar el discernimiento en la medida misma de la redacción, que siempre se retroalimente así misma en medio de la voz escrita.
¿Cómo ha sido el recibimiento de los lectores y las criticas frente a lo que escribes?
La experiencia ha sido gratificante y llena de matices, es inevitable recibir insultos en cada día de aparición de una columna, también recibo críticas de ánimo y de satisfacción por colaborar con la información y opinión fundamentada en temas coyunturales tan exigentes.
¿Cómo fue la convocatoria o el proceso para empezar a ser columnista?
Empecé haciendo reemplazos de periodistas que se encontraban fuera del país. En un diciembre hice muchos reemplazos en días consecutivos que me generaron visibilidad y pulso para una continuidad de mucha disciplina.
Y ahora tu libro… ¿Cómo fue el proceso de inspiración, creación y escritura?
‘Polvo de Imperios’ fue un libro escrito a partir de mi atracción por la historia. Es una obra enmarcada en un largo tiempo de hechos y personajes cruciales en la conformación del tiempo humano en el mundo. Desde la prehistoria hasta las revoluciones modernas, intento describir poéticamente el paso del hombre por el mundo, y la confrontación de sus ambigüedades y sus intrigas en medio de la improvisación, siempre tan poética y sugerente.
¿Cuánto tardaste en escribirlo y en madurar la temática para empezar a escribir? ¿Hace cuánto fue el lanzamiento y cómo ha sido el recibimiento de las personas?
El proceso de construcción del libro fue lento, duré 4 años reescribiéndolo en distintas fases. Tuve varios tutores, entre ellos José Zuleta, quien me enseñó los atajos de una buena dilapidación de textos.
El libro se publicó hace un año, y la primera edición se encuentra agotada con miras a una próxima edición de mayor alcance.
¿Piensas escribir otro libro?
Actualmente persisto lentamente en el trabajo de un libro de cuentos sobre personajes dramáticos de la historia como Robespierre, Fouché, Napoleón, Julio Cesar, y algunos otros representantes de las altas esferas del poder. Se prestan mucho para explorar la fragilidad humana en medio de las decisiones trascendentales e influyentes sobre su propio mundo.
¿Cuál ha sido tu experiencia laboral?
La experiencia laboral ha sido nutrida por diversos enfoques y perfiles. Soy tallerista de escritura creativa en distintos programas del gobierno, periodista de opinión, escritor y analista de comunicaciones para empresas. La experiencia en gremios empresariales como redactor de notas de prensa ha sido fundamental para una experiencia amplia que también me ha llevado a la presentación de televisión y a la publicidad.
Reconocimientos
Durante su vida como periodista y escritor, Juan David, ha recibido importantes reconocimientos que vale la pena mencionar.
En el 2008 obtuvo mención de honor en el concurso internacional de poesía para la apertura de la revista ‘El Puñal’ de Santiago de Chile, en el 2010 fue segundo en el premio ‘Escritores Autónomos‘ otorgado por la Universidad Autónoma de Occidente, en el 2012 recibió el premio ‘Escritores Autónomos’ y consiguió el segundo lugar en el concurso nacional de poesía ‘Sisifo’.