Magno, chocolate hecho arte

De ingeniera biomédica a chocolatier, de pensar en vivir en Estados Unidos a crear una marca colombiana, de tener un ‘trabajo soñado’ a ser su propia jefe. Esta es la historia de Nataly Nicholls, la creadora de Magno, la marca colombiana pionera en crear gemas de chocolate con laminilla de oro de 24 quilates elaborados con chocolate real.

Nataly nació en Medellín hace 30 años, estudió Ingeniería Biomédica y vivió seis meses en Japón donde hizo la práctica profesional enfocada al campo de la investigación. Esta experiencia la hizo crecer como persona, le permitió conocer de cerca una cultura totalmente diferente a la suya, pero también le permitió ver una realidad que ella no quería vivir.

Y es que las personas con las que trabajaba eran muy dedicados a la academia, estudiaban todo el tiempo, y no tenían espacio para formar una familia y tener hijos. «Esto hizo que me desanimará un poco, igual seguí el camino que había empezado».

Nataly volvió a Colombia, terminó la carrera y empezó a trabajar en la parte comercial. En Bogotá, trabajó en una empresa de alimentos donde era la encargada de la línea de cárnicos, en la parte de mercadeo. Así que aprovechó y se inscribió de nuevo en la universidad, esta vez para estudiar una especialización en mercadeo.

Su siguiente trabajo fue en una empresa que importa y distribuye marcas inspiradas en deportes. Estando ahí, participó en una convención de ventas donde conoció al que hoy es su esposo, Nolan.

Nolan Plant es de Estados Unidos y en ese entonces vivía allá, así que Nataly empezó a buscar trabajos de talla internacional que más adelante le permitieran vivir en ese país.

Esta búsqueda la llevó a Productos Familia. Ahí manejaba todas las marcas que tienen en los países del Caribe: Jamaica, Trinidad y Tobago, Aruba, Bonaire, Curazao, entre otros. Sin embargo, Nolan un día tomó la decisión de venirse para Colombia y ahí cambiaron los planes.

Después llegó Magno

«Algo que he aprendido es a enfocarme en tres tareas en el día, si alcanzo a hacer el resto después de esas tres prioridades lo hago, sino no hay problema»

Un día, quiso empezar a explorar su parte artística, pues ella sabía que su futuro estaba por ahí.

«Pensé en crear un negocio relacionado con el tema de los regalos porque me parece muy chévere estar en medio de dos personas que se regalan algo y los chocolates siempre han sido un símbolo de amor y amistad. Así que empecé a jugar con los colores, a aprender, compré unos moldes e hice mis primeros chocolates».

En medio de sus investigaciones diarias se encontró con el chocolate real, que a diferencia del chocolate que conocemos tiene manteca de cacao, mucho más saludables que la grasa hidrogenada que contiene el chocolate común.

«¿Por qué se inventaron la masa sabor a chocolate? Porque manejar la manteca de cacao no es fácil, es inestable químicamente. Para ser manipulado, el chocolate real, debe pasar por diferentes temperaturas para estabilizar la grasa y que estéticamente se vea bien».

Al principio, como todo el que toma un nuevo rumbo, no fue fácil. Fueron muchas noches de trabajo, de preparación y de estudio. Pero también de apoyo por parte de su esposo y su madre.

«Cuando empecé con Magno seguía trabajando en Productos Familia y así estuve durante un año y medio. Llegó un punto en el tenía que tomar una decisión, porque ya humanamente no era posible estar con ambos. Me dormía a la 1:00 y me levantaba a las 6:00 de la mañana para ir al trabajo».

Ahora Nataly está totalmente enfocada en su marca, feliz haciendo lo que más le apasiona y siendo un ejemplo para los jóvenes que quieren emprender.

«Tenemos chocolate blanco, chocolate oscuro, chocolate de leche y chocolate sin azúcar con diferentes rellenos»

 

 

 

 

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Un comentario sobre “Magno, chocolate hecho arte

  1. Doy gracias a Dios por tener una hija tan hermosa, noble, luchadora, rodeada de dulzura, innovadora, que todo lo que se propone lo lucha, persevera y lo alcanza.
    Hija eres el modelo de hija que todo Madre quiere tener. Eres un orgullo para nosotros como padres mostrar.
    Con tu verraquera nos enseñas a todos que si se puede, que todo logro merece sacrificios y perseverancia para llegar a meta.
    Te amo mi hija del alma.

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