La maternidad transforma e inspira y eso Marcela Acosta lo sabe muy bien. Pues fue precisamente después de tener a su hijo, Lucas, cuando creó su empresa Kings and Rebel, junto a su esposo Jan Tropberger. Una marca que nació en Bogotá, Colombia, con el objetivo de ofrecer zapatos funcionales para los bebés de cero a dos años. Hoy ya tienen presencia en Cali, Medellín, Manizales, Bogotá y en Alemania.
Marcela es colombiana, Jan es alemán. Se conocieron hace 10 años en Alemania y desde hace casi tres son papás de Lucas. A Marcela le apasiona la educación, es sicóloga y politóloga con un master en Educación. Jan vive desde hace seis años en Colombia, estudió Negocios Internacionales y lo suyo es el mundo de las bicicletas. Fue ciclista de forma casi profesional en Alemania y en Colombia tienen una tienda de bicicletas.
Y Lucas es el más joven del equipo. En abril cumple tres años. Es el modelo de la marca, el que aparece en Instagram y el que trabaja en el proceso de calidad.
«Él prueba absolutamente todo, va todos los días al taller, él sabe lo que significa el trabajo de los papás, sabe qué significa hacer botas, es tangible para él, juega con las telas. Es muy lindo poder compartir ese espacio con Lucas, saber que él es la inspiración y que él es parte de todo».
Marcela dejó el mundo corporativo para dedicarse de lleno a su familia y a su emprendimiento. Claro que en su tiempo libre le gusta leer sobre sicología, motivación y aprendizaje.
Antes de Kings and Rebels, trabajó en empresas importantes en Colombia, vivió seis años en Alemania y Holanda; sin embargo, ser mamá le cambió la vida por completo. «En mi embarazo, y a partir del nacimiento de Lucas, que uno como mamá empieza a pensar en otros temas, me empecé a interesar un montón por la costura. Me di cuenta que los zapatos que hay en el mercado son muy incomodos para los niños, especialmente de cero a dos años y las medias se caen mucho».
Marcela y Jan tenía una idea clara, soñaban con tener una empresa y ver a los bebés usando sus zapatos, así que se lanzaron y empezaron a trabajar en la idea. «Vimos la oportunidad y simplemente nos lanzamos a crear».
«Al principio nosotros hacíamos todo. Hoy ya contamos con nuestro propio taller de confección y unas mujeres increíbles que nos ayudan en el proceso de producción».
Actualmente tienen dos líneas de zapatos: Una en gamuza y otra en fleece.
El futuro
El sueño de Marcela y de Jan es seguir creciendo como empresa, poder llegar a más ciudades de Colombia y del mundo. Tener presencial en más países de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.
Para lograrlo están desarrollando una línea de verano con un material mucho más liviano para ciudades como Cartagena, Barranquilla y clima más cálidos.